Cuando Wenger llegó al Arsenal, lo hizo con la idea de revolucionar un club que no vivía sus mejores momentos, pero que con él en el banquillo ha llegado a ser uno de los mejores de Europa. Antes de la llegada de Arsène, el Arsenal tenía un estilo de juego aburrido y poco vistoso, pero bajo las órdenes del francés el equipo ha practicado siempre un fútbol magnífico. El manager 'gunner' siempre ha apostado por jugadores jóvenes y desconocidos, sacando el máximo partido de ellos, y a veces, incluso más; como pasó con jugadores como Henry, Vieira o Anelka, que nunca dieron mejor rendimiento que el ofrecido en el Emirates (o en Highbury). Este año, Wenger ha conseguido crear un equipo joven, pero que parece haber encontrado el punto de madurez que le ha faltado en temporadas anteriores y esta vez sí, parece capacitado para ganar algún título importante. Con Cesc como máximo exponente del juego que quiere Wenger para su equipo, y jugadores como Nasri, Arshavin o Walcott, socios perfectos del catalán, los 'gunners' practican el mejor fútbol de la Premier e incluso de Europa. La portería está a salvo con la presencia de Almunia, un portero seguro y que está dando un rendimiento excelente. La defensa con Gallas, aportando experiencia y tres jugadores jóvenes, como Vermaelen, Clichy y Sagna, con un futuro muy prometedor son el cerrojo perfecto para que el equipo esté tranquilo en su retaguardia. El centro del campo cuenta con un centrocampista de carácter más defensivo, Diaby o Song y jugadores más creativos, como Nasri, Denilson o Ramsey, jóvenes, pero que se asocian perfectamente. Todos ellos bajo el mando de Cesc, el capitán y verdadero motor de este Arsenal. Arriba, cuenta con delanteros muy rápidos y escurridizos como Arshavin, Van Persie o Walcott, verdaderos quebraderos de cabeza para las defensas rivales. Este es un equipo que en el los próximos años puede dar muchas alegrías a los aficionados 'gunners', este es un Arsenal 'made in' Wenger
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