España ganó el miércoles a Macedonia (2-3) en un partido con dos 'caras': una primea parte en la que la selección no consiguió, ni hacer el fútbol de toque que acostumbra ni crear apenas ocasiones de gol, y una segunda parte en la que 'La Roja' hizo lo que sabe hacer y le dio la vuelta al marcador.
En el primer periodo los macedonios se 'cerraron' atrás y con dos contraataques letales le hicieron a España dos goles, quien, sino Pandev. Mientras la selección intentaba crear oportunidades de gol, casi siempre por el centro, y se encontraba una y otra vez con la defensa rival, solo Villa estuvo apunto de marcar en dos ocasiones, en una de ellas le dio al palo. Así se llegó al descanso, España tenía que cambiar su manera de jugar en la segunda parte y así lo hizo, con la entrada de Cesc, Riera y Busquets el cambio fue radical el equipo volvió a recordar al de la Eurocopa: Silva se vino más al centro y junto con Xavi y Fábregas empezaron a hacer el fútbol de toque por el que se ha caracterizado esta selección y en diez minutos el combinado nacional le dio la vuelta al marcador con goles de Torres, Piqué y Riera. España demostró, una vez más, que está capacitada para ganar a cualquier equipo, incluso en condiciones adversas.
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