La gran temporada del Barça no podía acabar así, perdía en el minuto 92 y todo el esfuerzo no habría servido para nada, pero el golazo de Iniesta metió a los de Guardiola en la final de la Champions.
El férreo sistema del Chelsea hizo que el Barça no encontrara su sitio en ningún momento del partido, Hiddink, sabía que era la única manera de frenar el juego culé. El barça tocaba y tocaba en el centro del campo pero se encontraba siempre con la barrera de los "blues". Tras algunos minutos siguiendo este guión, Essien enganchó una bolea fantástica al borde del área y batió a Valdés. Todo iba según lo previsto por Hiddink, y el Barça no encontraba puerta. Por su parte el Chelsea salía rápidamente al contrataque, en cuanto robaba el balón, y esto le hizo mucho daño al Barça, Valdés, tiró de casta y solventó las acciones perfectamente.
Los minutos pasaban, y todo seguía igual, con un Dani Alves que no tubo su día, y que vio la amarilla, por lo que no podrá jugar la final, y con Messi marcado por tres jugadores cada vez que cogía al balón. Cuando, tras otras de las jugadas sin ideas, pero efectivas del Chelsea, Anelka se deja caer ante Abidal cuando se quedaba solo ante Valdés, y el línea se inventa una falta, que acarrea la expulsión del lateral (también hay que decir que el árbitro no vio un penalti clamoroso de Piqué, y otro de Dani Alves). Entonces, un centro del brasileño es despejado por la defensa del Chelsea, el balón le llega a Eto´o, que, tras un despiste de Essien, ve a Messi, y este habilita a Iniesta para que suelte una maravilla que se colaría por la escuadra de Cech.
Tras el partido los jugadores del Chelsea se encararon con el árbitro, que tubo que salir escoltado por la policía. Pero para el Barça ya nada importaba, y en especial para un hombre, Andrés Iniesta, que puede que no gane el Balón de Oro pero, que ayer dejó claro, como tantas veces que es un auténtico crack.
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